Declaración de Fe


Las Sagradas Escrituras 


Inspiración 

Creemos que los escritos originales de las Sagradas Escrituras son la verdad por encima de cualquier otra autoridad en todo asunto de fe y práctica (todo el consejo de Dios, la salvación, la fe y la vida del hombre, todo está expresamente expuesto o implícitamente revelado en las Sagradas Escrituras). 

Creemos que son verbalmente inspirados por Dios y por lo tanto infalible e inerrante en los escritos originales. Como inspiración entendemos la influencia de Dios ejercida sobre el hombre, para usarlo como instrumento y vehículo de esa revelación, haciendo infalible la transmisión de esas verdades que quedarían escritas. 

Referencia Bíblica: 1Co.2:9-12; 2Ti.3:15-17; 2P.1:20-21 

Inerrancia 

Creemos que las Escrituras son inerrantes en todo cuanto ella registra; por lo cual es nuestra única y total autoridad en materia de fe, doctrina, prácticas, normas de conducta, forma de gobierno y disciplina eclesiástica. 

Referencia Bíblica: Jn.20:30-31; 21:24-25; Sal.19:7 

Infalibilidad 

Afirmamos que la Santa Escritura es la Palabra de Dios; salió del aliento de Dios, por lo tanto, creemos que refleja el carácter infalible de Dios, quien la exhaló. 

Referencia Bíblica: Tit.1:2; Jn.17:17; Sal.119:160 

Suficiencia 

Las Sagradas Escrituras contiene todas las palabras que Dios quería que su pueblo tuviera en cada etapa de la historia de la redención y que contiene todo lo que necesitamos que Dios nos diga para la salvación, para confiar en Él y para obedecer. 

Las Escrituras son suficiente para: la salvación, la santificación y el crecimiento espiritual. Suficiente para enseñar la verdad, convencer de pecado, corregir la manera de pensar y comportamiento e instruir para una vida de justicia. 

Referencia Bíblica: 2Ti.3:15-17; Sal.19:7-14 

Inmutabilidad 

Así como Dios es Inmutable, siempre el mismo, creemos que también su Palabra es inmutable. 

Referencia Bíblica: Mal.3:6; Sal.119:89; Is.40:8; Mt.24:35; 1P.1:23-25 

Preservación y Traducción 

Afirmamos que la Sagrada Escritura ha sido preservada por la providencia de Dios. La Escritura misma enseña acerca de su propia preservación a través de declaraciones explícitas e implícitas. Su preservación histórica es confirmada por la cantidad de copias manuscritas existentes, dentro de las cuales se observa estricta concordancia. Afirmamos que las mejores traducciones tratan de ser fieles tanto a las palabras originales como al significado de ellas. 

Referencia Bíblica: Mt.5:18; Dt.6:1; Sal.33:11, Is.40:8, 1Pe.1:25 

Autoridad 

Creemos en la Escritura como la autoritativa Palabra de Dios en su totalidad, desde Génesis hasta Apocalipsis. Las Sagradas Escrituras son la autoridad final para la vida y la fe de los cristianos. 

Referencia Bíblica: 2P.1:19-21; 2Ti.3:16 

Interpretación 

La regla infalible de interpretación de las Escrituras es la propia Escritura. Por consiguiente, cuando hay dificultad respecto al sentido verdadero y pleno de un pasaje cualquiera, este se debe interpretar con la ayuda de otros pasajes que hablen con más claridad. 

Referencia Bíblica: Hch.15:15-16; 2P.1:20-21 

Revelación - Natural y Especial 

Creemos en la revelación natural de Dios, Dios se ha revelado a sí mismo a través de la creación, pero la creación no es suficiente para revelar el conocimiento necesario para la salvación del hombre, por lo tanto, se necesita una revelación adicional así el hombre puede conocer el plan de Dios y tener compañerismo con Él. 

Creemos en la revelación especial, ella es válida, verdadera y clara. Por esta revelación, sus criaturas están absolutamente sin excusa, si no adoran al Dios verdadero. Como el hombre en pecado rechaza la revelación general y como ella es insuficiente para dar conocimiento de Dios y de Su voluntad, tiene que haber una revelación que sea más precisa y clara que hable de aquellas cosas. 

Referencia Bíblica: Sal.119.1-6; Ro.18:19-20; 2Ti.3:14-17 

Sistema Interpretativo / Dispensacional 

En cuanto a la interpretación de la Biblia y la historia del trato de Dios con la humanidad, afirmamos una postura dispensacionalista (en contraste con una postura de la teología del pacto). 

Aunque la salvación siempre (en cada momento desde la caída) ha sido de gracia, por la fe y en base a la obra salvadora de Jesucristo; la postura dispensacionalista enfatiza que Dios se ha revelado progresivamente a lo largo de la historia y que bajo ciertas “dispensaciones”, “administraciones” o “mayordomías”, Dios ha requerido diferentes responsabilidades del ser humano. El ser humano es “mayordomo” de esta revelación y de estas distintas responsabilidades. 

Las siete categorías tradicionales del dispensacionalismo son: 

La dispensación de la inocencia; de la conciencia; Gobierno humano; de la promesa, de la Ley, la gracia y el Reino. Sin embargo, la esencia del dispensacionalismo tiene que ver no tanto con estas divisiones sino principalmente con: 

1) una interpretación esencialmente literal de las Escrituras 

2) un reconocimiento de una diferencia entre Israel étnico y la iglesia. 

Al decir: “interpretación esencialmente literal”, no queremos negar la presencia de símbolos ni de figuras de lenguaje, si el texto mismo así lo indica; pero sí afirmamos un punto de partida interpretativo que sea de carácter literal. Esta postura determina una distinción entre Israel y la Iglesia. Anticipamos que las promesas hechas a Israel (la promesa de heredar la tierra física prometida a Abraham, por ejemplo) serán cumplidas de manera literal, principalmente en el período del Milenio.1 

Afirmamos que, aunque el Nuevo Pacto fue prometido a Israel étnico y nacional,2 nos gozamos en ser participantes de los beneficios espirituales del mismo, a través de la obra de Jesucristo en la cruz.3 

Referencia Bíblica: 1 Gn.15:17-21; Is.2:2-4; 65:20-25; Ap.20; 2Gn:12:1-3; Jer.31:31-34; 3 1Co.11:23-26; 2Co.3; Heb.8 


Dios


Creemos que en la unidad de la divinidad hay tres personas - Dios El Padre, Dios El Hijo y Dios El Espíritu Santo; idénticas en naturaleza, atributos y perfección; ejecutando oficios distintos, pero en perfecta armonía. 

Referencia Bíblica: Mt.28:19; 1Co.12:4-6; 2Co.13:14; Ef.2:18 

La Obra de Cada Uno 

Dios Padre 

Creemos que Dios desde la eternidad, por el sabio y santo consejo de su voluntad, ordenó libre e inalterablemente todo lo que sucede.1 Sin embargo, lo hizo de tal manera, que Dios ni es autor del pecado ni comparte con los pecadores la responsabilidad del pecado2 ni hace violencia a la voluntad de sus criaturas, ni quita la libertad ni contingencia de las causas secundarias sino más bien las establece.3 En todo esto se manifiesta la sabiduría divina al igual que su poder y fidelidad para efectuar aquello que se ha propuesto.4 

Referencia Bíblica: 1 Is.46:10; Ef.1:11; Heb.6:17; Ro.9:15, 18. 2Stg.1:13; 1Jn.1:5. 3Hch.4:27-28; Jn.19:11. 4Nm.23:19; Ef.1:3-5 

Creemos que por el decreto de Dios y para la manifestación de su propia gloria, algunos hombres y ángeles son predestinados - o preordenados - a vida eterna por medio del Señor Jesucristo,1 para la alabanza y gloria de su gracia.2 A los demás, Él ha dejado para que sean condenados en sus pecados, para la alabanza de su justicia.3 

Referencia Bíblica: 1 1Ti.5:21; Mt.25:34. 2Ef.1:5-6. 3Ro.9:22-23; Jud.4 

Dios Hijo 

Creemos que la doctrina de la Trinidad es el fundamento de la persona de Cristo. Esta doctrina consiste en que tres personas existen en una naturaleza divina. 

Fue una de estas tres personas que se encarnó, no la naturaleza divina en sí. 

a. No fue la Trinidad la que se encarnó, sino una de las personas de la Trinidad. 

b. No fue el Padre, el Hijo y el Espíritu, sino que sólo el Hijo se encarnó. 

c. No fue Dios en lo abstracto y en unidad, sino Dios personalmente. El verbo -La Palabra-, que era con Dios, es hecho carne. 

d. Por lo tanto, no fue la naturaleza o esencia divina, sino una persona que existe en la naturaleza divina igualmente con los otros, quien sin embargo se distingue en su relación, de las otras personas de la Trinidad. 

Esta persona divina se preservó inalterada en su encarnación, en cuanto a sus relaciones esenciales, a la naturaleza o esencia divina. 

Cristo se encarnó de tal manera que llegó a ser hombre. Hubo tal unión que hace que la persona que habita es verdaderamente y realmente un hombre. 

Referencia Bíblica: Jn.1:1; Jn.1:14; Fil.2:5-8; Col.1:22; Heb.2:17; Ro.5:15, Heb:2:14; Mt.14:32-33; Lc.24:13-48; Heb.4:14; Is.48:16 

Creemos que Cristo en sus sufrimientos y muerte tomó el castigo por el pecado de aquellos que Él vino a salvar. Por lo tanto, hizo una verdadera satisfacción a la justicia de Dios por la Ley que ellos habían quebrantado, aplacando con su sacrificio la ira de Dios. 

La muerte de Cristo fue una expiación real, no fue solamente un ejemplo moral, fue un sacrificio por el pecado. La Biblia muestra claramente que la obra de Cristo fue real, aseguró con su sangre, paz, perdón, redención y remisión de pecados para aquellos que Él representaba. 

Para poder hacer esta expiación, Cristo llegó a ser 'el sustituto' en su sacrificio, de aquellos que Él vino a salvar. Cumpliendo así los requerimientos de la Ley - que una víctima debía morir por el pecado. 

Referencia Bíblica: Lv.1:4; 10:17; 16:20-22; Is.53; Jn.1:29; Mt.20:28; 26:28; Hch.20:28; Ro.5:10; 2Co.5:18-19; Ef.5:2; Col.1:14,19,22; 1P.1:18-20; 1Jn.2:2;4:10 

Por la obra de Cristo se ha efectuado una reconciliación real. La Escritura enseña que Dios reconcilió al hombre consigo por la muerte de Cristo. 

Referencia Bíblica: Ro.5:10; 2Co.5:19; Ef.2:13, 16, 17; Col.1:20-22; Gá.3:13, 1P.1.18-19; 1Ts.1:10 

Creemos que los Resultados de la Redención son: 1. Perdón de pecados.1 2. Libertad para vivir una nueva vida.2 3. La Creación y los Creyentes esperan la redención final.3 

Referencia Bíblica:1 Col.1:13-14; 2 Gá.4:4-7; 1Co.6:19-20; 7:22-24; Col.1:13; Tit.2:14; Heb.9:14; Ap.1:5-6; 5:9-10; 3 Ro.8:19-23; Lc.21:28; Hch.3:21; Ef.1:14; 4:30 

Dios Espíritu Santo 

Creemos que el Espíritu Santo con el Eterno Padre e Hijo es verdadero y Eterno Dios. 

Referencia Bíblica: Gn.1:2; Is.48:16; 1Co.3:16, 6:19; Hch.5:3-4; 1Jn.5:7 

Creemos que también ha sido dado por el Padre al creyente nacido de nuevo. 

Referencia Bíblica: Gá.4:6; Mt.28:19y20; 2Co.1:22; Ef.1:13 

Creemos que nos hace partícipe de la naturaleza Divina y los beneficios de la Salvación por fe en Cristo. Para que por la fe me haga participante de Cristo y de todos sus beneficios 

Referencia Bíblica: Gá.3:14; 1P.1:2; 1Co.6:17 

La personalidad del Espíritu Santo 

Se indica que se trata de una persona, por el hecho de que el Espíritu Santo está colocado en igualdad y unión con Cristo como Consolador. 

Referencia Bíblica: Jn.16:14; Ef.1:14; Jn.14:26; 15:26; 16:7; 1Jn.2:1 

La deidad del Espíritu Santo 

La deidad del Espíritu Santo debe fundarse en la Escritura, mediante una serie de pruebas muy parecida a la que empleamos con respecto al Hijo: 

a. Se le dan nombres divinos 

Referencia Bíblica: Ex.17:7 (compárese Heb.3:7-9); Hch.5:3y4; 1Co.3:16; 2Ti.3:16 (compárese 2P.1:21). 

b. Se le adjudican perfecciones divinas, como la omnipresencia,1 omnisciencia,2 omnipotencia,3 y eternidad.4 

Referencia Bíblica: 1 Sal.139:7-10 2 Is.40:13y14 (compárese Ro.11:34); 1Co.2:10y11 3 1Co.12:11; Ro.15:19 4 Heb.9:14 

c. El hace obras divinas como la regeneración. 

Referencia Bíblica: 1 Gn.1:2; Job 26:13; 33:4 2 Sal.104:30 3 Jn.3:5y6; Tit.3:5 4 Ro.8:11 

d. Se le tributan también honores divinos. 

Referencia Bíblica: Mt.28:19; Ro.9:1 

Dones del Espíritu Santo 

Creemos que Dios es soberano en la concesión de los dones, y que los dones en la actualidad son los de evangelistas, pastores y maestros y estos son suficientes para la perfección de los santos. 

Creemos que El don de lenguas, sanidades y otras señales milagrosas fueron cesando gradualmente en la medida que el Nuevo Testamento fue completado y su autoridad establecida. Por lo tanto, estos dones no corresponden a nuestros días. 

Referencia Bíblica: Ef.4:7-12 

Creemos que El Espíritu Santo da a la iglesia una diversidad de dones para que sean para provecho del pueblo de Dios. 

Referencia Bíblica: 1Co.12.4,11; 1P.4.10; 1Co.12.8 

Creemos que los dones permanentes son aquellos que forman parte de la experiencia de los nuevos creyentes a través de la historia de la Iglesia, que siempre están y estarán distribuidos por el Espíritu a los nuevos creyentes. 

Estos son: Enseñanza, Exhortación, Servicio, Repartir, Presidir, Misericordia. 

Referencia Bíblica: Ro.12:6-8 


Soteriología o Doctrina de la Salvación


 Creemos que la salvación es un regalo de Dios por gracia y recibido por la fe en la obra salvadora de Cristo, cuya sangre preciosa fue derramada en la cruz del Calvario, para perdón de nuestros pecados. 

Referencia Bíblica: Ef.2:8-10; Jn.1:12-13; Ef.1:7; 1P.1:18-19 

La Justificación es la declaración de Dios de que un pecador es 'justo' -no es un proceso sino un acto judicial y posicional-. No es hacer que el pecador sea justo, sino la declaración de que un pecador es justo a los ojos de Dios.1 Tiene que ver con la imputación o sea La justicia perfecta de Jesús -su 'obediencia activa'-2 y los méritos de su muerte expiatoria -'su obediencia pasiva'-, son imputados al creyente mientras todo el pecado del creyente es imputado a Cristo.3 

Referencia Bíblica: 1 Ro.4:5; Ro.3:4; Sal.51:4; 2 Ro.4:6; 5:19; 2Co.5:21; Fil.3:9; 3 Is.53:6; Jn.1:29; 2Co.5:21 

La gracia,1 se define como el favor de Dios no merecido por ninguna obra o bondad humana. Aunque es correcto hablar de la gracia común (La bondad de Dios mostrada a todos los seres humanos);2 hay una gracia especial, mostrada sólo a aquellos a quienes Dios llama y salva. Aunque hay un llamamiento general dado a todos los que escuchan el Evangelio,3 esto en sí no resulta en la salvación. Un pecador nunca será salvo sin el llamamiento eficaz de Dios.4 

Referencia Bíblica: 1 Ef.2:8-9; 2 Mt.5:45; 3 Is.45:22-23; 4 1Co.1:18-29; 2Co.4:4-6 

La fe es el aspecto positivo de la verdadera conversión, el lado humano de la regeneración -entendiendo que esta fe es también don de Dios para el hombre-. Mediante el arrepentimiento el pecador se aleja del pecado; y por esta fe concedida se dirige a Cristo, ambos el arrepentimiento verdadero y fe salvadora son inseparables. 

Referencia Bíblica: Rm.1:17; Ef.2:8; Jn.6:44,65; Mt.15:21-28; Mt.8:5-10; Mr.2:1-5; Mr.10:46-52 

El arrepentimiento, conjuntamente con la fe, es el aspecto inicial de la salvación o sea la conversión -entendiendo que este arrepentimiento es el cambio interno operado por Dios que se manifestará de manera visible en la vida del converso, no limitándose a una acción en particular, sino a acciones que indican una inclinación a alejarse de la injusticia hacia la justicia-. Fue anunciado en la predicación del Evangelio en el Nuevo Testamento. 

Referencia Bíblica: Hch.5:31, 11:18; Mt.3:8, 4:17; Mr.1:15; 6:12; Lc.24:47; Hch.26:20 

El Evangelio es la buena noticia de Dios al hombre, que Dios salva a los pecadores sólo a través de los méritos de la vida justa, la muerte y resurrección de Jesucristo -el Cordero de Dios-. Dios ofrece gratuitamente su salvación a todo aquel que venga a Jesucristo, arrepintiéndose de su pecado y confiando completa y solamente en Él. 

Referencia Bíblica: Jn.1:29; 1Co.1:17-18,23; 15:1-8; 2Co.5:21; 1P.3:18; Jn.6:35; Hch.3:19; 2Co.7:10-11; Jn.3:5-8; 1P.1:22- 25; Ro.5:1 

La Santificación 

La Santificación Posicional 

Es parte de la Salvación mediante la cual Dios separa al pecador para Sí. Se inicia con una declaración de Dios - llamándonos santos - que lleva al proceso de vivir consecuentemente alejado del pecado para vivir en santidad. 

Referencia Bíblica: Heb.10:10-14; Jn.10:36; 2Ti.2:13; 1P.1:2. 1Co.1:2 

La santificación práctica 

No es “una segunda obra de gracia”, sino que es el llamado de Dios a sus salvados para vivir en obediencia, apartándose del pecado. Depende del uso del creyente de los “medios de gracia” especialmente la oración y la Palabra de Dios, en la cual el creyente mira la gloria de Cristo, así siendo transformado a su imagen “de gloria en gloria”. 

Aunque cada persona salva todavía está en “la carne” (a veces llamada “la naturaleza pecaminosa”), esa parte que no puede agradar a Dios se ha hecho provisión para obtener victoria sobre esa carne por el poder el Espíritu Santo que mora adentro del creyente. 

Referencia Bíblica: Jn.15; 17:17; 1Co.1:2,30; Heb.4:16; 2Co.3:18; Ro.6:13; 8:12-13; Gá.5:16-25; Ef.4:22-24; Col.3:10; 1P.1:14-16; 1Jn.3:5-9 

La santificación final 

El creyente disfruta de la presencia continua del Espíritu Santo,1 quien se llama “el Espíritu de adopción” y “por el cual clamamos” a Dios: “¡Abba, Padre!”.2 Mientras en un sentido ya hemos recibido la adopción como hijos, no estando más bajo la ley mosaica,3 en otro sentido no recibiremos la adopción hasta nuestra glorificación, “la redención de nuestro cuerpo”.4 

Referencia Bíblica: 1 Ro.8:9; 2 Ro.8:15-16 3 Gá.3:23—4:7 4 Ef.1:5; Ro.8:18-25 

Doctrinas de la Gracia 

Creemos en las llamadas “Doctrinas de la Gracia”, no porque sean las únicas doctrinas importantes de la salvación, tampoco porque sigamos cierta tradición o cierto sistema teológico, sino porque creemos que estas doctrinas son consistentes con lo que enseña la Biblia. 

Creemos en la depravación total del ser humano. 

Referencia Bíblica: Ro.3:9-20; Gn.2:17; Ef.2:3; Sal.51:5; Sal.14:1-3; Jn.6:44 

Creemos en la elección incondicional. 

Referencia Bíblica: Ro.6:9-13; Ef.2:8-9; Stg.1:13; Ro.9:19-29 

Creemos en el llamamiento eficaz o gracia irresistible. 

Referencia Bíblica: 2Ti.1:9; Ef.2:8; 1Co.2:14; Ef.2:5; Jn.5:25; Ef.1:19,20 

Creemos en la Expiación Limitada. (El sacrificio eficaz de Cristo) 

Referencia Bíblica: 1Ti.2:3-4,6; 4:10; 2P.2:1; 1Jn.2:1-2; Ef.5:25-27 

Creemos en la Perseverancia de los Santos. 

Referencia Bíblica: 1 Fil.1:6; 2 Jud.24,25 3 Gá.5:16-17; 4 Ro.8:30 5 1Jn. 

La creación 

Creemos, como indican las Escrituras, que en el principio creó Dios todas las cosas. 

Creemos que Dios creó todo de manera especial en seis días literales de 24 horas. Esta creación original fue perfecta y sin pecado. Al decir que Dios creó en seis días literales, rechazamos la idea de creación a través de edades geológicas de millones de años. 

Creemos e interpretamos Génesis 1 en forma literal, donde nos dice que Dios creó el universo, la tierra, el sol, la luna y las estrellas, las plantas y los animales, y las dos primeras personas dentro de seis días ordinarios. 

Creemos que la descripción de la creación de los cielos y la tierra por parte de Dios se comprende como: 

1) Reciente, es decir, hace miles y no millones de años, 2) “Ex nihilo”, es decir, de la nada, 3) Especial, es decir, en seis días consecutivos de 24 horas y que se distinguen además como tales por esta frase: “tarde y mañana”. 

Referencia Bíblica: Gn.1:1; Sal.33:6; Gn.2:4; 14:19; Neh.9:6; Is.42:5; Ef.3:9; Sal.139:13-14; Col.1:16; Ap.4:11; Gn.1:4–5; Sal.90:2; Is. 40:28; 45:8, 12, 18; 48:13; Jer.10:16; Hch.7:24. 

Los Ángeles 

Las Escrituras enfatizan en la existencia de los ángeles tanto como lo hace con la existencia de Dios. La angelología es una doctrina bíblica. El Antiguo Testamento, se refiere a los ángeles como a seres reales y auténticos que actúan como mensajeros y agentes de Dios. 

Si los seres llamados ángeles no existen, entonces debemos poner en duda algunas revelaciones directas e importantes testimonios presentados por el Nuevo Testamento como obra de ángeles. 

Deberíamos dejar de lado cualquier referencia a enemigos sobrenaturales y a la batalla espiritual de la vida cristiana. Pero las Escrituras nos aportan gran cantidad de pruebas de la existencia de los ángeles. 

El testimonio combinado de las Escrituras, del Antiguo y Nuevo Testamento, y del Salvador nos aseguran que existe un mundo de criaturas inteligentes, poderosas e invisibles entre nosotros y por encima de nosotros que justifica nuestro estudio de acuerdo con la verdad de Dios. 

Referencia Bíblica: Mt.1:20-23, 2:13; Lc.1:26-38, 2:8-15; Hch.5:19, 8:26, 10:1-7, 12:5-11, 27:23-25; 1Ti.5:21; 2P.2:4; Col.2:15, 18; 1P.3:18-22; Ef.1:20, 21; Ef.6:10-12; Stg.4:7; 1P.5 

Satanás y su Obra 

Creemos que Satanás es una personalidad distinta que fue santa y disfrutó de los honores del Cielo, pero por el orgullo y la ambición de ser como el Todopoderoso cayó.1 y llevó tras sí un ejército de ángeles.2 

Es ahora el príncipe de maldad en la potestad del aire y el dios de este Mundo.3 

Es el gran tentador del hombre.4 Es el enemigo de Dios y su Cristo.5 Es el acusador de los santos.6 Es el autor de todas las religiones falsas, la fuerza principal para la promoción de la apostasía actual.7 Es el señor del anticristo.8 Es el autor de todos los poderes de las tinieblas.9 

A pesar de su gran poder y ser respetado, no es omnisciente, omnipotente, omnipresente, y no puede superar al creyente que se somete en obediencia a Jesucristo y su Palabra en la fe.10 Está destinado a ser derrotado por Cristo a través de su muerte en la cruz,11 y destinado al juicio y al castigo eterno en el infierno, un lugar preparado para él y sus ángeles.12 

Referencia Bíblica: 1 Is.14:12-13; Ezeq.28:15-17; 2 Ap.12:9; Jud.6; 2P.2:2; Jn.14:30; 3 1Ts.3:5; Mt.4:1-3; 4 1P.5:8; 5 Zac.1:3; Jn.3:8; Mt.13:25, 37-39; Lc.22:3-4; 6 Ap.12:10. 7 2Co.11:13-15; Mr.13:21-22; 8 1Jn.4:3; 2Jn.7; Jn.2:22; 9 Ap.13:13-14; 1Ts.2:8-11; 10 Stg.4:7; 1Jn.4:4; 11 Gn.3:15; Heb.2:14; Ap.19:11, 16, 20; 12:7-9; 20:1-3; 12 Ap.20:10-15; Mt.25:41 


El Hombre


En la narración del Génesis, la creación del hombre se destaca como única y especial, ya que fue precedida por un consejo Divino, con el anuncio de que el hombre había de poseer una personalidad que refleja, en ciertos aspectos, la del Creador.1 

En el relato más detallado del capítulo 2 se indica que el hombre se relaciona con el orden natural, ya que Dios le formó del polvo de la tierra, pero que su alma llegó a existir por un acto especial de Dios.2 

La imagen no es física, pues Dios es Espíritu, de modo que se refiere a la personalidad del hombre, que fue dotado de cualidades racionales y morales, que le distinguen. 

El hombre fue creado para glorificar a Dios, y vivir en compañía de Dios. 

El hombre es una imagen finita del Dios infinito. 

Referencia Bíblica: 1 Gn.1:26-27; 2 Gn.2:7 

Su estado original 

En su creación, el hombre fue formado por Dios del polvo de la tierra y fue en un principio sin pecado. El hombre fue creado en pureza, varón y hembra los creó Dios. 

Referencia Bíblica: Gn.2:7; Gn.1:25 

La Caída 

Nuestros primeros padres, seducidos por la sutileza y tentación de Satanás, pecaron al comer del fruto prohibido.1 Quiso Dios, conforme a su sabio y santo propósito, permitir este pecado habiéndose propuesto ordenarlo para su propia gloria.2 

Referencia Bíblica: 1 Gn.3:13; 2Co.11:3; 2 Ro.11:25-36 

Por este pecado cayeron de su rectitud original y perdieron la comunión con Dios,1 y por tanto quedaron muertos en el pecado,2 y totalmente corrompidos en todas sus facultades.3 Este pecado tiene también una consecuencia en el cuerpo llevándolo a la muerte física.4 

Referencia Bíblica: 1 Gn.3:6-8; Ec.7:29; Ro.3:23; 2 Gn.2:17; Ef.2:1. 3 Tit.1:15; Gn.6:5; Jer.17:9; Ro.3:10-18; 4 Ro.6:23 

Siendo ellos el tronco de la raza humana, la culpa de este pecado les fue imputada,1 y la misma muerte en el pecado y la naturaleza corrompida se transmitieron a la posteridad que desciende de ellos según la generación ordinaria.2 

Referencia Bíblica: 1 Hch.17:26; Ro.5:12; 15-19; 1Co.15:21, 22,49; Gn.1:27,28; Gn.2:16,17; 2 Sal.51:5; Gn.5:3; Job 14:4 y 15:14 

De esta corrupción original, por la cual estamos completamente impedidos, incapaces y opuestos a todo bien1 y enteramente inclinados a todo mal,2 proceden (de la corrupción original) todas nuestras transgresiones actuales.3 

Referencia Bíblica: 1 Ro.5:6; 7:18; 8:7; Col.1:21; 2 Gn.6:5; Gn.8:21; Ro.3:10-12; 3 Stg.1:14,15; Mt.15:19; Ef.2:2,3 

Todo pecado, ya sea original o actual, siendo una transgresión de la justa Ley de Dios y contrario a ella,1 por su propia naturaleza trae culpabilidad sobre el pecador,2 por lo tanto este, queda bajo la ira de Dios3 y de la maldición de la ley,4 por consiguiente sujeto a la muerte,5 con todas las miserias espirituales,6 temporales7 y eternas.8 

Referencia Bíblica: 1 1Jn 3:4; 2 Ro.2:15; 3:9,19; 3 Ef.2:3; 4 Gá.3:10; 5 Ro.6:23; 6 Ef.4:18; 7 Lm.3:39; Ro.7:20; 8 Mt.25:41; 2Ts.1:9 

La Iglesia 

Creemos que la Iglesia no es un edificio o denominación, La Iglesia es el cuerpo de Cristo, donde Él es la cabeza.1 

Creemos que la Iglesia está formado por todos los creyentes nacidos de nuevo por fe en Jesucristo, desde el día de Pentecostés2 hasta la segunda venida de Cristo. 

Creemos que la Iglesia comprende dos aspectos: 1) La Iglesia universal, que está formada por todos los que tienen una relación personal con Jesucristo.3 2) La iglesia local, que está descrita en Gálatas 1:1-2. 

Creemos que los miembros de la Iglesia universal deben buscar compañerismo y edificación en una iglesia local donde pueden aplicar plenamente los principios del "cuerpo" de 1 Corintios 12; alentándose, enseñándose y edificándose unos a otros en el conocimiento y la gracia del Señor Jesucristo. 

Referencia Bíblica: 1 Ef.1:22-23; 2 Hch.2; 3 1Co.12:13-14 

Creemos que el propósito de la iglesia1 es La Exaltación de Dios2, la Edificación de los creyentes3 y la Evangelización4 

Referencia Bíblica: 1 Mt.16:18; 2 Ef.1:12; 3 Ef.4:12–13; 4 Mt.28:19 

En cuanto a la relación de la Iglesia con Israel, creemos en la distinción entre ambos por varios hechos: 

1) Por contraste: En el Nuevo Testamento se contrastan Israel con la Iglesia después que fue claramente establecida.1 

2) Por distinción: El Israel natural y la Iglesia se distinguen claramente, lo que demuestra que la Iglesia no es Israel.2 La distinción que hace el apóstol no tuviera sentido si Israel fuese igual que la iglesia. 

Referencia Bíblica: 1 Hch.3:12; 4:8, 10; 5:21, 31, 35; 21:19; 2 1Co.10:32. 


Creemos en las ordenanzas del bautismo y la cena del Señor


 Creemos que el Bautismo: 

Fue ordenado por Cristo. La orden se encuentra en la gran comisión a la iglesia. El bautismo cristiano es bautismo en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. 

Fue practicado por la iglesia. La práctica del bautismo era universal en la iglesia primitiva. Creemos que la idea del cristiano no bautizado simplemente no existe en el nuevo testamento. 

Es identificación con Cristo. El identificarse con Cristo es también identificarse con su gran obra salvadora. 

Es identificación con la iglesia. La identificación con Cristo es al mismo tiempo una identificación con su cuerpo, la iglesia. 

Creemos que los sujetos del bautismo son solo los creyentes nacidos de nuevo quienes son candidatos para el mismo. No creemos en bautizar infantes porque ellos son incapaces de poner su fe salvadora en el Señor Jesús. 

Referencia Bíblica: Hch.2:38,41; 8:12,36-38; 9:18; 10:47; 16:14-15,33; 18:8; 19:5 

Creemos que La Cena del Señor: 

Es llamado 'el partimiento del pan';1 es llamado 'comunión'; es llamado 'la copa del Señor' y la 'mesa del Señor'.2 

Creemos que fue instituida por nuestro Señor la noche que fue entregado. 

Creemos que fue designada para que ser observada “hasta que El venga”. 

Creemos que La cena del Señor es la conmemoración de la muerte de Cristo. Es una mirada hacia atrás.3 Un recuerdo de lo que Cristo hizo por nosotros en la cruz. Es recordar su entrega total. El pan simboliza su cuerpo hecho pedazos, y el vino su sangre derramada en la cruz por nosotros.4 

El acto de comer el pan y beber el vino se declara por Cristo y por Pablo como hecho "en memoria" de Cristo, y para "anunciar la muerte del Señor hasta que venga". Esto es una mirada al futuro, a su regreso por la Iglesia. 

Referencia Bíblica: 1 Hch. 2:42,20:7; 1Co. 10:16-17; 2 1Co.10:21; 1Co.11:20; 3 1Co.11:23-25; 4 Mt. 26:28; Lu. 22:19. 

Creemos que es un acto del cuerpo local y solamente creyentes nacidos de nuevo pueden participar1 

Creemos que para su participación hay que ser miembros de la iglesia2 y que se añaden a esta por medio del bautismo.3 Creemos que debe haber un completo acuerdo en la "doctrina" de la iglesia4. 

Referencia Bíblica: 1 Hch.2:41; Stg.1:18; 2 Hch.2:41; 3 Hch.2:42; 4 Hch.2:42 

Creemos que no hay otra cabeza de la Iglesia excepto el Señor Jesucristo,1 Él, como cabeza de su Iglesia, ha designado en ella, un gobierno en mano de los oficiales eclesiásticos que son distintos de los magistrados civiles.2 

Referencia Bíblica: 1 Col.1:18; Ef.1:22; 2 Is.9:6-7; 1Ti.5:17; 1Te.5:12; Hch.20:17,28; 1Co.12:28; Heb.13:7,17,24; Mt.28:18-20 

Creemos que es el Dios Trino quien a través de las Escrituras gobierna la Iglesia,1 haciendo efectivo tal gobierno por los dones espirituales que concede a sus miembros,2 que juntos en la asamblea local cada miembro en plena comunión tiene voz y voto.3 

Referencia Bíblica: 1 Jn.17:21-26; 2 Hch.13:1-4; 3 Hch.11:1-8; 15:1-31 

Creemos que los oficiales son de dos clases: 1. Pastores, obispos, ancianos o ministros (distintos nombres dados a un mismo oficio según el Nuevo Testamento);1 2. Los diáconos o servidores son los que sirven a la grey, especialmente en la atención de las necesidades del tipo material, además de encargarse de la administración 2 

Referencia Bíblica: 1 Hch.20:17,28; 1Co.4:1-2; 1Ti.4:6; 2 Ro.16:1; 1Ti.3:1-13; Hch.11:30; 12:25. 

Creemos que el procedimiento para designar hombres que ocupen estos oficios en la Iglesia, es un proceso que se enseña en las Escrituras.1 

Referencia Bíblica: 1 Hch.20:28 

Creemos en la disciplina de la iglesia, cuyo proceso es corregir el comportamiento pecaminoso entre los miembros de una iglesia local, con el propósito de proteger el testimonio de la iglesia, restaurar al pecador e instruirlo para que se encamine en santidad al Señor y renovar el compañerismo de la iglesia. 

Creemos que el propósito de la disciplina es: Mantener las normas de la Iglesia ante un mundo que observa.1 2) Evitar que el pecado se disemine por toda la Iglesia,2 3) Ayudar al hermano culpable a volverse a Dios.3 

Creemos que la autoridad final reside en el Señor Jesucristo, quien autoriza a la Iglesia Local a ejercerla. 

Referencia Bíblica: 1 Ro.2:24, 2 1Co.5:6-7, 3 2Co.2:6-8 

Creemos que los miembros de la Iglesia Local, tiene las siguientes responsabilidades: 

El sostenimiento financiero de la iglesia, el asistir a todas las reuniones regulares y mantener un interés en la edificación de la iglesia, el servir en las actividades de la iglesia, guardar el testimonio de la iglesia delante de los no miembros por una lealtad hacia los hermanos miembros, honrar, apreciar y amar a su/s pastor/es. 

Creemos que la Palabra de Dios enseña sobre la ofrenda. Los hermanos de Macedonia aparecen en la Escritura destacados como un gran ejemplo para la iglesia cristiana de cómo se debe ofrendar.1 

Creemos que las ofrendas son: para el sostenimiento de los líderes de la iglesia,2 para el funcionamiento de la obra local y misionera,3 y para las necesidades de la familia de Dios y los desamparados.4 

Creemos que se debe ofrendar motivado por la gracia de Dios, no impulsado por sentimientos humanos, con gozo, no por presión humana, o pensando que Dios lo va a castigar. Creemos que se debe dar con alegría a la hora de ofrendar,5 que debe ser en secreto,6 proporcional a los ingresos o posibilidades, debe ser voluntaria, libres de manipulaciones. 

Referencia Bíblica: 1 2Co.8:1-5. 2 1Ti.5:17-18. 3 2Co.8. 4 1Ti.6:18; Ro.15:25-26. 5 2Co.9:7. 6 Mt.6:3-4 


Escatología 


Estado del hombre después de la muerte y la resurrección. 

1. Los cuerpos de los hombres vuelven al polvo después de la muerte y ven la corrupción,1 pero la parte inmaterial, teniendo una subsistencia inmortal, continúa existiendo por la eternidad. Las almas - parte inmaterial - de los Justos van con Cristo, inmediatamente después de su muerte van a la presencia del Señor y esperan allí la resurrección de sus cuerpos para comparecer ante el Tribunal de Cristo.2 

Las almas de los Injustos van al Seol (Hades), para esperar allí la resurrección donde reciben sus cuerpos en el Juicio del Gran Trono Blanco. La Escritura describe este lugar como un lugar de llanto y crujir de dientes, un lugar de tormento.3 

Fuera de estos dos lugares para las almas separadas de sus cuerpos, la Escritura no reconoce ningún otro. 

Referencia Bíblica: 1 Hch.13:35-36; Ro. 5:12-21; 1 Co. 15:22. 2 Sal. 23:6; Lc. 23:43; Fil. 1:21-23; He. 12:22-24; 1 Co. 5:10, Ro.14:10 3 Lc.16:19-26; Hch.1:25; 1P.3:19; 2P.2:9, Ap. 20:11-15 

El juicio final 

1. Dios ha establecido un día en el cual juzgará al mundo con justicia por Jesucristo, a quien todo poder y juicio ha sido dado por el Padre.1 En aquel día, no sólo los ángeles apóstatas serán juzgados,2 sino que también todas las personas que han vivido sobre la tierra comparecerán delante de Cristo3 para dar cuenta de sus pensamientos, palabras y acciones y para recibir conforme a lo que hayan hecho mientras estaban en el cuerpo, sea bueno o malo.4 

Referencia Bíblica: 1 Hch.17:31; Jn.5:22,27. 2 1Co.6:3; Jud.6. 3 Mt.16:27; 25:31-46; Hch.17:30,31; Ro.2:6-16; 2Ts.1:5-10; 2P.3:1-13; Ap.20:11-15. 4 2Co.5:10; 1Co.4:5; Mt.12:36 

2. El propósito de Dios al establecer este día, es la manifestación de la gloria de su misericordia en la salvación eterna de los elegidos y la de su justicia en la condenación eterna de los réprobos, que son malvados y desobedientes;5 pues entonces entrarán los justos a la vida eterna y recibirán plenitud de gozo y gloria con recompensas eternas en la 

presencia del Señor. Los malvados, que no conocen a Dios ni obedecen al evangelio de Jesucristo, serán arrojados al tormento eterno y castigados con eterna perdición, lejos de la presencia del Señor y de la gloria de su poder.6 

Referencia Bíblica: 5 Ro. 9:22,23. 6 Mt 18:8; 25:41,46; 2 Ts. 1:9; He. 6:2; Jud. 6; Ap. 14:10,11; Luc. 3:17; Mr. 9:43,48; Mt. 3:12; 5:26; 13:41,42; 24:51; 25:30 

3. Así como Cristo quiere que estemos ciertamente persuadidos de que habrá un día de juicio, tanto para disuadir a todos los hombres de pecar7 como para el mayor consuelo de los piadosos en su adversidad,8 así también quiere que ese día sea desconocido para los hombres, para que se desprendan de toda seguridad carnal y estén siempre velando porque no saben a qué hora vendrá el Señor;9 y estén siempre preparados para decir: Ven, Señor Jesús; ven pronto.10 Amén. 

Referencia Bíblica: 8 2Co.5:10,11. 9 2Ts.1:5-7. 10 Mr.13:35-37; Lc.12:35-40. Ap. 22:20 

El culto - La adoración Bíblica 

Creemos que fuimos creados para dar honor y adoración a Dios. Este deseo apasionado y desinteresado de dar a Dios es la esencia y el corazón de la adoración. Creemos que empieza con el ofrecimiento de nosotros mismos; después, de nuestras actitudes y por último, de nuestras posesiones, ya que la adoración es un estilo de vida. 

Jesús citó Deut.6:4-5 y lo denominó el mandamiento más importante, este es un llamado a la adoración en donde es afirmada como una prioridad universal. El primero de los mandamientos descritos en Ex.20:2-5 regula la adoración. En el A.T. la adoración abarca todos los aspectos de la vida, era el centro del pueblo de Dios. Dios, en repetidas ocasiones, juzgó a aquellos que no lo adoraron de la forma apropiada. 

Creemos que la adoración es reconocerle a Dios, su dignidad y declarar su valor supremo. 

Referencia Bíblica: Mr.12.29-30; Rm.1:21-28; Mal.1:7-10; Am.5:21-24; Os.6:4-6. 

Creemos que fuimos salvos para adorar y que no es una opción. La base sobre la cual se establece la adoración verdadera es la redención. El Padre y el Hijo han buscado redimirnos para que nos convirtamos en adoradores. El Padre envió a Cristo a buscar y a salvar con el propósito específico de formar un pueblo adorador. 

Música en el culto de adoración. 

No estamos de acuerdo con lo que ocurre hoy día con el tipo y estilo de música en el culto de adoración. Hoy día es utilizado todo estilo de música para adorar a Dios y creemos que la música no es neutra y por lo tanto tiene la capacidad para influenciar hacia el pecado, especialmente cuando se trata de una música sensual y demasiado rítmica. Entendemos y creemos que gran parte de la música cristiana contemporánea va en contra de doctrinas fundamentales, como ser la doctrina de la santidad y de la separación. Creemos que la música en el culto de adoración debe ser reflejo de nuestra nueva vida en Cristo y con el propósito de adorar a Dios según sus santas demandas. 

Referencia Bíblica: Col.3:16; Ef.5:18; 1Co.5:17; Ef.4:22-24; Sal.119:7; Ro.12:1-2, 1Jn.2:15-17 

La separación Bíblica 

Creemos que: 

1. Las Escrituras impiden toda comunión con la incredulidad. 2Jn.1:7-11. 

2. Las Escrituras nos ordena condenar la apostasía. Ef.5:11. 

3. Las Escrituras nos enseñan que debemos extirpar la incredulidad si es posible. 1Co.5:1-2; 6-7. 

4. Las Escrituras nos enseñan que los creyentes e incrédulos no pueden estar bajo un mismo yugo. 2Co.6:14-18. 

5. Las Escrituras nos enseñan que debemos separarnos de los hermanos desobedientes. 

Aquí podemos definir: a) qué es el fundamentalismo: es la creencia militante de las doctrinas cristianas básicas juntamente con una separación escritural de aquellos que la nieguen. b) qué es el neo-evangelicalismo: se basa en el rechazo a la Separación Bíblica y la demanda imperativa de un compromiso social. 

Referencia Bíblica: Mt.18:15-17; 1Co.5:11; 1Ti.6:3-5; 2Ts.3:6; Ro.16:17 

Creemos en no afiliar la Iglesia con otra Iglesia, misión o movimiento y esfuerzo evangelístico que no esté plenamente basado en la Palabra de Dios. 

Creemos en la separación bíblica porque Dios LO MANDA, la separación no es una sugerencia sino un mandamiento de Dios para su pueblo. 

Dios manda apartarse de prácticas y alianzas mundanas y de los placeres mundanos. 

El cristiano no puede amar al mundo ni las cosas que están en él. Dios por su Palabra nos exhorta a no hacernos amigos del mundo. 

Creemos que los cristianos deben resistir los intentos por mezclar Iglesia, estado y política; se debe buscar una separación bíblica libre de contaminación. 

Referencia Bíblica: Mt.22:21; Ro.13:1-5; 1P.2:13-14; 1Ti.2:1-3; 1P.2:17; Mt.22:17-22; Ro.13:7; Hch.4:19-20; 5:29; Hch.1:8; Mt.28:19-20; Ef.4:11-13; Mt.25:31-46; Ef.4:24-32; 1P.2:11-17; Gn.1:27; Jn.3:16; Ef.2:8-9; Hch.2:41-42; 2Co.8:1-15; Ef.4:11-16; Flm.2:8-11 

La Libertad Cristiana 

Creemos que la libertad que Cristo ha comprado para los creyentes, bajo el Evangelio, consiste en su libertad de la culpa del pecado, de la ira condenatoria de Dios, de la severidad y maldición de la Ley,1 y en ser librados de este presente siglo malo, de la servidumbre de Satanás y del dominio del pecado,2 del temor y del aguijón de la muerte, de la victoria del sepulcro, de la condenación eterna,3 y también consiste en su libre acceso a Dios, y en rendirle obediencia a Él, no por temor servil, sino con un amor filial y una mente dispuesta.4 Todo esto era sustancialmente común también a los creyentes bajo la Ley;5 pero bajo el Nuevo Testamento la libertad de los cristianos se ensancha mucho más porque están libres del yugo de la Ley Ceremonial a que estaba sujeta los judíos, ahora tiene mayor confianza para acercarse al trono de Gracia y tiene experiencias más plenas del libre Espíritu de Dios, que aquellas de las que participaron generalmente los creyentes bajo la Ley.6 

Referencia Bíblica: 1 Jn.3:36; Ro.8:33; Gl.3:13. 2 Gl.1:4; Ef.2:1-3; Col.1:13; Hch.26:18; Ro.6:14-18; 8:3. 3 Ro.8:28; 1Co.15:54-57; 1Ts.1:10; Heb.2:14-15. 4 Ef.2:18; 3:12; Ro.8:15; 1Jn.4:18. 5 Sal.19:7-91 (19:14, 24, 45, 47, 48, 72, 97); Ro.4:5-11; Gl.3:9; Heb.11:27, 33, 34; 6 Heb.1:1-2a, 7:19, 22; 8:6; 9:23; 11:40; Gl.2:11ss; 4:1-3; Col.2:16-17; Heb.10:19, 21; Jn.7:38-39. 

Creemos que aquellos que bajo el pretexto de la libertad cristiana, practican cualquier pecado o abrigan cualquier concupiscencia, al pervertir así el propósito principal de la gracia del Evangelio para su propia destrucción,11 destruyen completamente, el propósito de la libertad cristiana, que consiste en que, siendo librados de las manos de todos nuestros enemigos, sirvamos al Señor sin temor, en santidad y justicia delante de Él, todos los días de nuestra vida.12 

Referencia Bíblica: 11 Ro.6:1-2. 12 Lc.1:74-75; Ro.14:9; Gl.5:13; 2P.2:18,21 


La familia


Matrimonio, Género y Sexualidad 

Creemos que el matrimonio es la institución ordenada por Dios, original y fundamental de la sociedad humana. En el matrimonio un hombre y una mujer se unen en un pacto ante Dios comprometiéndose en formar una unión exclusiva, como es trazado en la Palabra de Dios, la Biblia. La pareja de casados deja sus familias y ya no son considerados como dos individuos, sino que son “una sola carne”. El matrimonio es el ejemplo y representación de Dios de la relación entre Cristo (el esposo) y su Iglesia (la esposa), integrada por todos aquellos que reciben y confían sólo en su Hijo Jesús para salvación. 

Referencia Bíblica: Gn.2:18-25; Mt.19:4-6; Ef.5:31; Ef.5:30-32; Gn.1:27-28; Gn.1:26-27; Gn.5:1-2; Ex.20:14; Heb.13:4; Ef.5:3; 1Jn.3:4; Mt.15:18-19; 1Co.6:9-10; 1Jn.1:8-9. 

La unidad familiar 

Creemos que el hombre y la mujer son creados en igualdad espiritual, pero con diseños complementarios para asumir los roles dados por Dios en el hogar, en la Iglesia y en la sociedad. Creemos que Dios diseñó la relación de matrimonio para representar el amor de Cristo por la Iglesia, para producir descendencia santa, para proveer compañía, para promover una sexualidad pura y plenitud en unidad. Además, creemos que Dios creó la institución del matrimonio y la restringe para ser entre un hombre biológico y una mujer biológica, géneros determinados al nacer, lo que los une en un único compromiso, de acuerdo a la Biblia. 

Referencia Bíblica: Gn.1:27; 2:24, 19:5, 13, 26:8-9; Lv.18:1-30; Mt.19:4; Mc.10:6; Ro.1:26-29; 1Co.5:1; 6:9; 1Ts.4:1-8; Heb.13:4; Gn.2:24; Lv.18:1-30; Ro.1:26-29; 7:2; 1Co.7:10; Ef.5:22-23; 1Ts.4:3; Heb.13:4. 

Sexualidad Humana 

Enseñamos que Dios hizo el género masculino y femenino, ambos en su imagen y declaró que esta creación es buena. Las relaciones sexuales entre un hombre y una mujer, dentro del compromiso de matrimonio, es ordenado y bendecido por Dios. Aunque la procreación puede ser el propósito mas importante de las relaciones sexuales, no es el único propósito. Los propósitos de Dios para las relaciones sexuales en el matrimonio incluyen intimidad, confortar, placer, pureza y fidelidad. 

Referencia Bíblica: Gn.24:67; Pr.5:18-19; 1Co.7:1-8; Heb.13:4. 

Creemos que cualquier forma de homosexualidad, lesbianismo, bisexualidad, zoofilia, incesto, fornicación, adulterio y pornografía son perversiones pecaminosas del buen regalo de Dios: la sexualidad. Creemos que Dios desaprueba y prohíbe cualquier intento de alterar el género por cirugía o en apariencia. 

Referencia Bíblica: Gn.2:24, 19:5,13, 26:8-9; Lv.18:1-30; Ro.1:26-29; 1Co.5:1, 6:9; 1Ts.4:1-8; Heb.13,4 

Creemos que la homosexualidad no es la voluntad de Dios para los humanos hechos a su imagen. Afirmamos que ambos, el deseo y la practica homosexual son expresiones de la naturaleza caída y como el resto de los pecados sexuales requieren ser confesados, renunciados y abandonados por aquellos que son seguidores de Cristo Jesús. 

Esto es solo una versión resumida de nuestra declaración de Fe, si quieres una versión más exhaustiva, o tienes alguna consulta, no dudes en contactarte con nosotros.